viernes, 4 de septiembre de 2015

Viernes de Confesiones


Hace poco leí una entrevista sobre los límites femeninos que hizo que me cayera el veinte en esta etapa de cambios en mi vida. Habla sobre cómo las mujeres somos criadas para ser multitaskers y se espera que sobresalgamos en todos los aspectos de nuestra vida y por si fuera poco, que mantengamos en balance todas las pelotitas que tenemos en el aire. Siempre estamos tratando de ser las mejores para alguien: para nuestro marido, para nuestros hijos, para nuestro jefe y eso hace que vayamos perdiendo nuestra esencia.

Si bien nos tocó vivir una época de privilegios y comodidades, también nos tocó un tiempo muy complejo en donde lo primero que hacemos al levantarnos es agarrar el celular y meternos a Facebook, donde posts vemos pero vidas no sabemos. Tristemente se ha vuelto mas importante aparentar que vivir.

Si algo aprendemos en el momento de convertirnos en madres es que la palabra PERFECCIÓN ya no encaja en nuestro vocabulario. Ser Mamá significa vivir en constante adaptación y modo de supervivencia por que las cosas pocas veces salen tal cual lo planeamos (en especial para control freaks como yo).

Así que para mostrarles que dentro del caos también se encuentra la belleza o por lo menos el humor, doy por inaugurado los Viernes de Confesiones para que nos desahoguemos contando los sucesos de  la semana y mostremos el lado verdadero de ser madres.

Ahi les van mis confesiones de la semana:

  • Mi hija rompió mi iPad por accidente en un berrinche. Confieso que mas que enojarme con ella me enfurecí por que ya no iba a poder leer el final del libro "The Girl on the Train" que me tiene bien picada en las madrugadas (si les gusto Gone Girl este les va a encantar)
  • Esta semana me decidí a empezar a hacer algo de ejercicio y salí a caminar con el bebé pero... en la tarde me comí una hamburguesa gigante y cene palomitas
  • En la desesperación por que mi bebé duerma más en la noche lo empecé a hacer taquito y no le gusta para nada, pero creo que el pobre ya lo aceptó y me concedió 2 horas extras de sueño
  • Por las prisas le he dado de desayunar a mi hija casi toda la semana barritas de granola (y no son orgánicas, gluten free, hechas en casa)

No somos perfectos y hay semanas más caóticas que otras pero el simple hecho de compartirlo y tomarlo con humor nos levanta el animo y nos prepara para enfrentar una semana más :)

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