Hay una pregunta recurrente que pasa por la mente de las mamás que trabajan, especialmente en una compañía como es mi caso: ¿Realmente estoy avanzando en mi carrera profesional?
Y es que en medio del caos personal y laboral a veces parece que solo llegamos a la oficina a cumplir de la manera más eficiente y rápida con nuestras responsabilidades para después salir corriendo a cumplir con nuestras obligaciones de mamás. Mientras tanto nuestros colegas sin hijos trabajan en proyectos extras, socializan y siguen haciendo puntos en su carrera. Sentimos que por el hecho de ser madres somos etiquetadas como conformistas, que solamente queremos un trabajo flexible y cómodo que encaje en nuestro estilo de vida. Pero no es así. Hace poco platicando con un compañero de trabajo sobre los ascensos me decía “no creo que te vayan a considerar este año por que te fuiste de incapacidad 3 meses”. La verdad es que fuera de ese corto periodo de tiempo que por ley me corresponde para tener a mi hijo, tengo tres años trabajando arduamente para ganarme ese ascenso. Es increíble como esos “3 meses” es en lo que más se enfocan en vez de los otros 36. Lo peor del caso es que al estar inmersas en esa cultura laboral, terminamos creyéndonos que realmente nos hacen el favor de darnos consideraciones especiales y somos afortunadas de que nuestro trabajo este ahí todavía. Terminamos adoptando la desventaja frente a esa colega soltera en sus 30s que sólo vive para trabajar.
No hay desmotivante más grande para una madre trabajadora que sentir que sólo cumple con 8 horas en la oficina para recibir un cheque. Lo que me motiva a seguir desarrollándome profesionalmente es que ese tiempo que paso lejos de mis hijos es para mí crecimiento personal y para enseñares que hay que trabajar duro para alcanzar las metas que nos proponemos. En cuanto siento que estoy desperdiciando el tiempo en algo que no me gusta, que no me llena, siento que no vale la pena ese esfuerzo y entonces se nos hace un suplicio levantarnos cada mañana para hacer algo que no nos apasiona.
Si bien se han ganado pequeñas batallas en el ámbito laboral para las mamás, aun falta mucho para cambiar la percepción que se tiene y las oportunidades que se otorgan. Mientras tanto te digo que el cambio de mentalidad empieza por nosotras mismas. No te conformes, si no sientes que el tiempo que pasas lejos de tus hijos vale la pena entonces comienza a buscar algo que te apasione. No pierdas la confianza en ti misma, no pierdas de vista tus prioridades y no dejes que los obstáculos laborales te hagan sentir que eres menos valiosa que alguien con menos responsabilidades personales. ¡Haces un gran trabajo en todas las áreas de tu vida!
Si bien se han ganado pequeñas batallas en el ámbito laboral para las mamás, aun falta mucho para cambiar la percepción que se tiene y las oportunidades que se otorgan. Mientras tanto te digo que el cambio de mentalidad empieza por nosotras mismas. No te conformes, si no sientes que el tiempo que pasas lejos de tus hijos vale la pena entonces comienza a buscar algo que te apasione. No pierdas la confianza en ti misma, no pierdas de vista tus prioridades y no dejes que los obstáculos laborales te hagan sentir que eres menos valiosa que alguien con menos responsabilidades personales. ¡Haces un gran trabajo en todas las áreas de tu vida!
Carmen me encanta como escribes, tus palabras me caen como anillo al dedo!!! Es bien dificil tomar una decisión, pero al final debemos optar por lo que nos haga sentir mejor 😊
ResponderBorrarEn toda empresa, cuando se da una oportunidad de ascenso, se consideran cualquier criterio no escriti, incluyendo el hasta personal; esto es para para justificar porque tu no o el si. Animo que te siga llenando eso que te gusta en el trabajo es indudablemente importsnte para seguir creciendo como persona.
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